¡Ojo al dato!

Javier Fresán ya tiene en prensa su último libro: Hasta que el álgebra os separe. La teoría de grupos y sus aplicaciones. Lo edita RBA. Nos cuenta que primero saldrá con El País (el 13 de noviembre). Así que estad atentos.

¿Recordáis que en el IV Seminario Investigando antes de la Universidad nos explicó algunas de las aplicaciones de la teoría de grupos? A mi (por supuesto) me pareció muy interesante el enfoque matemático de les series dodecafónicas de la Escuela de Viena. Pues bien, en el capítulo 6 ("La música de las esferas") argumenta la fundamentación matemática de esta nueva ordenación de los sonidos surgida en la primera mitad del siglo XX, vinculada al movimiento estético del Expresionismo.

¿Qué tal un ejemplo sonoro? Os propongo la Suite núm. 25 para piano (1921) de Arnold Schönberg. Oídlo en You Tube.

¿Le damos un enfoque aún más interdisciplinar, pero dentro de las Artes? Veréis, "la búsqueda de un nuevo lenguaje musical por parte de Schönberg halló su paralelo en la búsqueda de un nuevo lenguaje pictórico en Kandisky y su pintura abstracta. La descomposición de la tonalidad y sus leyes [matemáticas, como demuestra Javier Fresán en su libro] nace al mismo tiempo que la disolución de los objetos y sus formas en la pintura, y la ruptura de las formas sintácticas y gramaticales en la literatura". +info

Este paralelismo se hace patente en la carta que escribió Schönberg a Kandisky, fechada el 24/01/1911): "A mis obras les está vedado, de momento, ganarse a las masas. Pero ciertamente conquistan el individuo. Y me satisface ver que usted es un artista que crea en otra parcela del arte, quién encuentra relación conmigo". (Duran, C. et al. Historia de la Música. Barcelona. Claret, 2003: 195)