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Pasado, presente y futuro.

Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado. (Friedrich Nietzsche, 1884-1900)

miércoles, 12 de octubre de 2011

Encuentros en Algol

A Herminia Blanquer y a Luis Sáez por refrescar mi memoria. A Marina González por haber tomado la bonita imagen de Algol en el olivar del CEULAJ (Mollina, Málaga). Y a Emilio Llorente, por sugerir el lugar de encuentro.
A propósito del nombre del weblog y del grupo de profesores que participamos en el IV Seminario Investigando antes de la Universidad.

Teníamos claro que había un Encuentro, pero no dónde. Ahora ya está claro. Desde ahora, Encuentros en Algol es una realidad (virtual, por supuesto), tangible a través del ciberespacio.
De nuestra estancia en Mollina (Málaga) recuerdo gratamente la noche que salimos al olivar a contemplar el firmamento. La comitiva, formada íntegramente por profesores (de Filosofía, de Física y Química, de Historia, de Tecnología, de Música, etc.) iba encabezada por Anicet Cosialls (con su ordenador y el programa informático Stellarium) y Emilio Llorente (con su láser de largo alcance y su telescopio). Ellos, con sus “aparatos”, nos descubrieron planetas, estrellas y constelaciones.
Logramos avistar la Vía Láctea, la Luna (¡por supuesto!), y a partir de la Estrella Polar, distinguir algunas constelaciones. Para mi, Pegaso, el caballo alado de la mitología griega, me encantó especialmente, puesto que a partir de él, descubrí la nebulosa que configura Andrómeda. La podíamos apreciar casi a simple vista, bueno, después que Nacho Guerra (director del Seminario) y Emilio Llorente nos describieran su aspecto y, gracias a los prismáticos, la descubriéramos finalmente. Después, visión o ilusión, sabíamos que estaba ahí, así que la veíamos sin dudarlo.
Gracias al telescopio, los cráteres de la Luna y los satélites de Saturno se nos aparecieron con toda nitidez. ¡Tan lejos y tan cerca que nos parecían a través de las lentes de aumento! 
Marina González, la coordinadora del Seminario, hizo una foto de la estrella Algol. Salió movida. Su imagen se me antojaba más una cadena de moléculas que otra cosa (cuestión de apreciaciones), pero resultaba interesante observar el espectro cromático que la cámara había captado. Durante los días restantes del Seminario la elegimos como fondo de escritorio del ordenador de la Sala Europa del CEULAJ, donde los ponentes proyectaban sus presentaciones.

Encuentros
Close Encounters of the Third Kind (1977) traducida al español como Encuentros en la tercera fase es el título de una película de Steven Spielberg, con música de John Williams, y protagonizada por Richard Dreyfus y Melinda Dillon y François Truffaut.
La historia se sitúa en Indiana (EUA) y la acción gira entorno al avistamiento de objetos voladores en el cielo. Treinta años después, en Mollina (Málaga), un grupo de “seminaristas”, unos “locos que enseñan” (adaptación del texto Esos locos que corren del escritor uruguayo Marciano Durán proporcionada por Encarnación García, nuestra Chiqui, durante el Seminario) capturamos la imagen de una especie de molécula interespacial, con una cadena de átomos que, por sus características, el objetivo fijó con una gama cromática ciertamente interesante. Lo cierto es que la falta de un trípode adecuado, junto a una velocidad del disparo y el ajuste de la apertura del diafragma, permitieron ese “hallazgo” insólito.
De los ocho Oscar a los que estuvo nominada Encuentros en la tercera fase, obtuvo dos, uno de los cuales, a la Mejor Fotografía. Vaya coincidencia.  La fotografía que Marina obtuvo de Algol, también obtuvo un reconocimiento especial al elegirla como fondo de pantalla y ahora puede significar algo más para todos nosotros: un elemento de unidad y cohesión, un lugar virtual dónde reunirnos en el ciberespacio.
Más coincidencias. En el mismo año se estrenaba Encuentros en la tercera fase también lo hizo La guerra de las Galaxias (Star Wars), la mítica saga dirigida por George Lucas que, curiosamente, contó con la música de John Williams,un especialista en el género. Esta película, precisamente por ser el inicio de la saga, bien pudiera ser una premonición. Así, para nosotros, Encuentros en Algol sería como una primera fase (de ahí “Encuentros”) de una historia (real, no épica), cuyos protagonistas son profesores entusiastas que comparten sus logros y hallazgos, sus inquietudes y su afán por descubrir. Y todo ello hace que la docencia sea –al menos para ellos (nosotros)- una profesión apasionante.
Abordar cualquier crestomatía, cualquier taxonomía o cualquier clasificación presupone, entre otras muchas cosas, tener que definir y tener en cuenta un sinfín de matizaciones. Del mismo modo, catalogar las películas dentro de un género u otro tiene su dificultad. Así, para algunos Star Wars corresponde al cien épico; para otros, al cine de ficción. En cualquier caso, por los recursos cinematográficos empleados, por los escenarios y personajes, etc., tanto esta saga como la película Close Encounters of the Third Kind también se engloban dentro del género fantástico. ¿Dije fantástico?... Pues fantástica también fue la experiencia en el olivar de Mollina, ante la contemplación del universo. Y no sólo del firmamento real, sino del que estamos inmersos, el del sinfín de posibilidades a nuestro alcance para acercar a nuestros estudiantes la pasión por el conocimiento, por la curiosidad científica, por indagar con rigor y método cuando surge la pregunta mágica: ¿Y por qué?...

Algol
Algol (no Argol, que es una comuna francesa de la región de la Bretaña) es el acrónimo de Algorithmic Language (lenguaje algorítmico), un lenguaje de programación surgido en la década de los 60, esto es, un idioma que sólo comprenden las máquinas y que permite controlar el comportamiento de los ordenadores. Lo nuestro también es programar,  pero programamos para hacer que la docencia sea una actividad más eficiente que, ante todo, es una actividad realizada por seres humanos y está dirigida a personas en fase de desarrollo.
Algol es una estrella de la constelación de Perseo. Para los astrónomos es una estrella variable, una binaria eclipsante de modo que, en realidad, son dos –o tres- estrellas que orbitan unas en torno a las otras (al menos eso es lo que consta en la Wikipedia). De ahí la variación de sus brillo.
El nombre de la estrella procede del árabe  (Ras al-gul) y significa "estrella endemoniada" o "la cabeza del demonio". Al parecer, su denominación se debe, precisamente, a ese comportamiento mutable, lo que en ), y probablemente fue llamada así por su peculiar comportamiento. Y es que, "en épocas en las que se creía que el cielo era inmutable, el hecho de que una estrella pudiera variar de magnitud en ciclos de casi exactamente 68 horas y 49 minutos sólo podía ser obra del Diablo".
En el grupo de estrellas que forman la constelación Perseo, Algol representa el ojo de Medusa, el monstruo femenino que fue decapitado por el héroe. La melena de Medusa, convertida por Atenea en un manojo de serpientes venenosas , se me antoja la corona con la algunas ilustraciones representan el haz de luz del Sol.

A modo de coda
Según la mitología griega, Perseo, al ser hijo de Zeus y Dánae, era un semidiós, es decir, que era hijo de un ser inmortal (dios) y de un mortal (hombre o mujer). 
Dánae era la hija del rey de Argos (Acrisio) y de Eurídice, hija del rey de Esparta (Lacedemón) que, por otra parte, no debe confundirse con la esposa de Orfeo (el famoso tañedor de la lira de nueve cuerdas, en honor a las nueve musas que inspiraban su música), que también se llamaba Eurídice, que da nombre a la ópera del compositor Jacopo Peri (1561-1633) a partir del libreto del poeta Ottavio Rinuccini (1562-1621), la primera ópera conservada íntegramente.
Y puesto que la variabilidad de Algol fue registrada por Geminiano Montanari en el s. XVII, cerramos el círculo, puesto que diecisiete éramos los miembros de hecho (seminaristas y organización) del IV Seminario Investigando antes de la Universidad.
¿A lo mejor, en vez de Encuentros en Algol, deberíamos denominar “encajes” al entorno?... Si hacemos honor a la verdad, no hemos forzado en absoluto este hilvanado de “coincidencias”. Ha surgido de forma espontánea, como un “resultado abierto” (como diría Consuelo Sánchez), fruto de un proceso también abierto, como CEULAJ-2011: Encuentros en Algol.

1 comentario:

  1. Que bonita quedó nuestra estrella móvil. Toda una metáfora de lo que es un encuentro de profesores a los que les encanta enseñarle a investigar a sus alumno: muchos colores, movimiento y estética. Como los que estabamos allí: diversidad, inquietud y pasión. Un abrazo desde GALICIA

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